Pues me provocas la lucha existencial "sociales" versus "privacidad", lucha en la que suele ganar Ayn Rand, pero todo sea por leer un poco, ver de que van los piados y crear una cuenta...
porque la teóricamente mía me la ha robado, usando mi cuenta de e-mail, una tal Jessica USA y los pajaritos no me hacen ni p.caso cuando lo reclamo periódicamente.
Otra gracia de la sociedad digital.
Yo pensaba que tu cuenta de correo de Google era tuya y solo tuya, pero aparte de la famosa Jessica, me tienen harto nuestros amigos del otro lado del charco, mandándome rollos oficiales al congresista (que no soy yo) o al Secretario de n.p.i.

Y claro, uno intenta ser civilizado y empático y comunicarles que han metido la gamba y que su correo no ha llegado a su supuesto destinatario... pero parece que el conejito de Duracell no solo fue una plaga en Australia y que efectivamente, duran y duran y duran.
Recuerdo mi primer StarTAC y que te miraban como un bicho raro, allá por el '92, por llevar un Comunicador de Star Trek en la mano y hablar solo por la calle.